jueves, 4 de septiembre de 2008

INVISIBLE

Cuando cumplí 16 años mis padres decidieron hacerme un regalo que sin duda me sorprendería, ¡un cuadro en 3D! Ya sabéis, uno de esos que a primera vista no ves nada pero a fuerza de mirarlo terminas viendo la estatua de la libertad con volumen y forma. Para el caso, nunca conseguí verlo y estuvo colgado en mi habitación 3 largos años, recordándome cada día mi incapacidad visual, es más si algún día me olvidaba de él alguna visita venía a recordármelo (no lo dudéis, TODO el mundo lo veía menos yo). Al final llegué a la conclusión de que no sabía si sería mi miopía galopante, el uso de las lentillas caducadas o alguna carencia de droga en mi dieta, pero por algún motivo aquellas manchas y puntos para mí siempre serían manchas y puntos y nunca jamás esa enorme señora porta antorchas. Acabo en la basura, donde algún chatarrero la debió recoger murmurando eso de “¡Anda! ¡La Estatua de la Libertad!
A veces no importa lo que nos esforcemos pero no podemos verlo todo, nos quedamos en lo obvio. Lo mismo le pasaba a mucha gente que vio el dibujo que pongo hoy, es una pareja dándose un beso... ¿o quizás no?

2 comentarios:

Donnie_Darko dijo...

Recuerdo ese cuadro! Me uno al pequeño grupo de gente que somos incapaces de ver esas "obras de arte" , ya somos tu, yo y el de Mallrats. Me alegra ver que sigues dibujando!Un saludo!

Jose dijo...

Siempre he pensado que eramos los únicos que teníamos el valor de reconocer que no se veía nada en ese galimatías. Eso de los cuadros 3D debió de ser una gran farsa mundial ;-).
Un saludo!