sábado, 25 de junio de 2011

NOCHES DE SAL

Caminaba yo por Valencia cuando un sol cegador me hizo refugiarme en la librería Soriano un rato y cuál fue mi sorpresa que me encontré con este libro. El autor es el padrino del curso de escritura creativa que acabé hace poco en Alicante (o profesor en la sombra... nunca me aclaré muy bien de su implicación en esto). Ya me habían hablado de él, está visto que lo sacó hace poco y la gente que lo había leído decía que estaba bastante bien. Y también tenía una portada bastante chula, así que nada acabó en el saco de los libros para leer.
La sorpresa continuó cuando empecé a leerlo, porque lo cierto es que me enganchó bastante. La historia tiene dos líneas temporales como si de un capítulo de perdidos se tratase, en una se nos va narrando la historia de Abel y Aurora y en la otra, la que cada capítulo va numerado con el el título de zero trescientos quince -cosa que me volvió loco intentando de descifrar su significado-, nos cuenta la historia de unos misteriosos asesinatos donde se crucifican a las víctimas. Ambas líneas van guardando relación capítulo a capítulo, lo que está bastante chulo. Lo de jugar con la estructura de la historia siempre me ha parecido interesante (antes mencionaba a perdidos, a mi modo de ver lo único interesante de esa serie era eso, porque la historia en sí era como un pollo descabezado que caminaba sin rumbo claro), de hecho me dio un poco de rabia verlo plasmado aquí ya que hace tiempo jugaba con la idea de escribir un libro narrado también en dos tiempos y si ahora lo hago no voy a poder evitar acordarme de este libro y sentirme culpable.
He notado también que es un libro muy centrado en sus personajes, de hecho están tan bien caracterizados que los acabas viendo. Abel, que al principio se dibuja como el principal, cuando empecé a leer me resultó simpático, porque contra le conocía más me identificaba con él. El tipo estudiaba en la Facultad de Medicina de Valencia, pero tenía aptitudes para el dibujo (de hecho te cuentan que dejo atrás la carrera de Bellas artes) y aparte compartía piso con dos mujeres. Lo curioso es que, he conocido tan bien a Abel, que al final me he cabreado con él y le he acabado pillando manía (no os digo por qué para evitar spoilers). Otro personaje interesante es Aurora, una chica que vive recluida en su casa en el callejón de los Nocturnos con la única compañía de los libros y su abuelo (me he prometido pasar un día por esa calle) a causa de un trauma agorafóbico. Este personaje me gusta mucho, con él se introduce todo el misterio y lo mágico en la historia. Hay más personajes, Patri la repelente compañera de piso (ésta se me atragantaba un poco), que poco a poco va adquiriendo importancia en la historia, Lore, la otra compañera, e incluso una especie de detective Colombo con tintes machistas, pero el otro personaje que me llamó la atención fue la ciudad en sí donde ocurre todo: Valencia. Fue una sensación extraña leer un libro de genero fantástico que transcurría en calles que conocía perfectamente.
Y, nada más, no me queda otra que aconsejarlo. Os dejo, como siempre, con un pedacito pequeño del libro, con una conversación de Abel y Aurora, en la que él habla de los relatos que escribe ésta y ella de los dibujos de aquél:

-¿Sabes una cosa? -le confesó Abel-. Envidio a la gente como tú. Dotada con esa capacidad de ver el mundo con ojos fantásticos. De ser capaz de sacarse universos maravillosos del bolsillo. Como si fuerais magos con una chistera y una varita mágica.

(Hay un trozo en medio, pero me lo salto ;-) )

-Mira esto, Abel, aquí también hay magia. Magia de la buena. La misma magia que se puede encontrar en los libros y en los cuentos. Pero tú la expresas de otra manera.

jueves, 23 de junio de 2011

BENDITA SUERTE


El otro día una paloma, uno de los animales que más odio, tuvo la ocurrencia de depositarme un regalito en el camal de mi pantalón. Por suerte lo pude limpiar con un pañuelo de papel pero mi mente divago hacía un pensamiento absurdo. ¿Y si los pterodáctilos no se hubieran extinguido?

sábado, 18 de junio de 2011

MAKING THE DOG


Estoy muy, pero que muy, vago con el blog y con todo. Tanto que si escribiese algo lo suficientemente extenso me haría perder por completo mi credibilidad. Tengo pensadas algunas cosas a ver si mañana o a lo largo de la semana que viene cae alguna. Permanezcan en sintonia.

PD: Sigo sin impresora y sin escaner, pero como os he dicho estoy muy vago y todavía no he ido a mirar una nueva. Bueno eso y que la gente tiene la manía de casarse por estos meses y dejan mi cuenta temblando. La consecuencia es que las tiras cómicas están en stand by por un tiempo.

jueves, 9 de junio de 2011

COLD DAY IN HELL

Y el estudiante universitario pasaba una noche con palillos en los parpados y chutado de cafeina a fin de poder empollar lo máximo posible para los posibles. ¡Antes se congelaban los infiernos que le volvía a pasar eso! Al siguiente cuatrimestre cada día pasaría sus apuntes a limpio y los repasaría y estudiaría para llevarlo todo al día.
Y el juerguista de fin de semana se levantaba otro domingo con la madre de todas las resacas. Unos endiablados enanos se habían instalado en su cráneo, golpeando con mala leche un gong enorme que había sustituido su destrozado cerebro. ¡Ufff! Antes el hades se hacía hielo que él volvía a probar una gota de alcohol.
Y el guitarrista del afamado grupo comentaba que antes se congelaban los infiernos que volvían a juntarse para tocar juntos. Huelga decir que cuando comprobaron que sus carreras en solitario no reportaban tantos beneficios como juntos, volvieron a subirse al escenario acusando a un sentimiento nostálgico y a una deuda con los fans.

miércoles, 8 de junio de 2011

LA MUERTE COMO PERSONAJE

El último libro que acabé fue "Papá puerco" de Terry Prachett. ¿No tenéis la sensación de que los libros de este tipo inundan los estantes de la sección de literatura fantástica? ¿Cuántos tiene? ¿Cinco mil? A mí al principio no me llamaban nada, quizás por las portadas. Pero entonces vino mi hermano y me hablo de "Mort". La muerte se pillaba unas vacaciones y buscaba un sustituto y ahí es donde entraba Mort. Claro que con lo que no contaban era con que Mort se enamoraría de una de las victimas de la parca perdonándole la vida, generándose todo tipo de desastres mientras la muerte anda de vacaciones. Me encanta la muerte como personaje y ese libro me gustó bastante. De hecho, pensándolo bien, me paso algo parecido con "La ladrona de libros", me llamo la atención el título y la portada pero cuando leí que era sobre una niña en el holocausto me tiró para atrás (estoy un poco saturado de esos temas, el del niño del pijama a rayas se me hizo insufrible) pero al leer que estaba narrado por la muerte, mmmmm. No me arrepentí de leerlo (de hecho me encantó) igual que me pasó con Prachett y Mort.

Volviendo al presente, mi hermano me habló del libro de Papá Puerco. En este caso Papá Puerco, una especie de Santa Claus del Mundo Disco de Prachett, parece haberse esfumado siendo sustituido por la muerte en persona. A todo esto unimos que dado el hueco dejado por la deidad de Papá Puerco comienzan a aparecer todo tipo de dioses y entidades mágicas absurdas como el Dios de las resacas o una especie de monstruo devora calcetines y otro que se come los lapices (¿alguna vez os habéis preguntado porque los lapices siempre desaparecen antes de consumirlos del todo o a dónde van a parar los calcetines desparejados?).

Es un libro bastante divertido que me ha convencido para darle alguna que otra oportunidad a este autor de vez en cuando (el último trata de unos funcionarios de correos... me pregunto qué tal estará). Os dejo un fragmento de un dialogo de la Muerte (que por cierto siempre habla en mayúsculas) con su ayudante:

LO QUE ME GUSTA ES LA EXPRESIÓN DE SUS CARITAS, dijo Papá Puerco

—¿Se refiere a esa especie de miedo y alarma y a que no saben si reír o llorar o mojarse los pantalones?

SÍ. A ESO LO LLAMO YO CREENCIA.