sábado, 16 de abril de 2011

TODO CAMBIA, TODO PERMANECE

Unos amigos te presentan a su hijo recien nacido. Allí en la cuna tiene la pinta de tratarse del ser más puro del universo. Pierdes la pista de tus amigos. Años más tarde te los encuentras por la calle paseando con su hijo, transformado en un mamotreto de metro noventa y cinco y doscientos kilos que devora un bocadillo de chopped.


-¡Joder! ¡Cómo ha cambiado Luisito!- dices.

-Pues, no sé, yo lo encuentro igual que siempre- comenta el padre.


Lo mismo nos ocurre a los autores con los personajes de cómic. Pequeños cambios imperceptibles en el momento acaban transformados en una especie de ¿quién demonios es este y quién lo ha dibujado?

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