lunes, 17 de enero de 2011

MALOS HUMOS

El marketing puede ser una cosa brutal. Hace mucho tiempo, hubo una campaña viral consistente en hacernos creer que inhalar humos tóxicos por una pequeña chimenea de papel nos dotaba de una irresistible aura sexual. Te fumabas un “piti” y automáticamente pasabas a ser Humphrey Bogart. Es más, un cigarrillo era la línea con la que trazar la diferencia entre un niño/a y un adulto hecho y derecho. Lo que no nos contaban aquellos apuestos cowboys fumadores era que el humo del tabaco te mata lentamente, produce cáncer, amarillea los dientes, genera impotencia y no sé cuántas cosas más, todas malas.

El caso que ya sabemos todo eso, lo ponemos bien grande en las cajetillas. A los vaqueros los jubilamos y a Humphrey le pusimos un parche y le dimos un chupachup. Pero, ¡oh, sorpresa! La gente sigue con el vicio. En ningún sitio nos dirán que fumar es una cosa cojonuda, toda esa campaña mediática de “joder, mira ese tipo con pitillo, es encender la cerilla y el aforo femenino del local gime de placer” y “joder, mira como esa ejecutiva atractiva de gafas, inteligente como pocas, se enciende un cigarrito mientras sube las escaleras mecánicas del aeropuerto. Sin duda se dirige a una reunión de suma importancia en Nueva York, Tokio, Hong Kong o el cinturón de Orión”. Pero a pesar de todo, inconscientemente la sociedad piensa que es así. Pues eso, el marketing puede ser una cosa brutal… y ¡dura más que una mancha de picota en la blusa!

3 comentarios:

Narayani dijo...

Puede que tengas razón en lo que dices, aunque a mí no es tan fácil convencerme con ese tipo de campañas, ¡y eso que he estudiado marketing! De hecho en el tema de fumar o no fumar (he ahí el dilema) no podrán conmigo. Tengo las ideas claras con respecto a eso y un cigarro nunca me ha dado la sensación de madurez en la gente (en todo caso lo contrario). Muchas veces me he encontrado en libros gente describiendo una escena en la que el prota, super sexy, con sonrisa de medio lado se enciendo un pitillo y... y ahí ha perdido para mí todo su encanto.
En fin, vaya rollo te he soltado :-) jejee

Por cierto, me has recordado que tengo un post pendiente por el tema de la ley antitabaco en mi blog personal ;-)

Narayani dijo...

Acabo de leer el comentario que he escrito y quiero hacer una aclaración. Donde pongo lo de la madurez, me refiero a cuando los niños/adolescentes comienzan a fumar, no ya a un adulto. Ya. Sólo era aclarar eso que creo que era importante :-)

Jose dijo...

Yo no fumo, aunque sí que lo he probado alguna vez ya de adulto por curiosidad y la verdad que no le veo sentido. Así que reflexionando un poco caigo en la cuenta de que en verdad lo que nos venden con el tabaco es una imagen ficticia de que eres más mayor, más guay, etc...

Por otro lado a partir de nuestra generación tenemos nuestras experiencias personales y un mayor conocimiento de lo malo que es el tabaco que contrarresta un poco lo otro.

En mi caso personal, recuerdo perfectamente una conversación con mis padres cuando era un crío diciendo que no iba a fumar. Los dos medio en risas me dijeron que ya veríamos si cuando fuera mayor me lo tenían que recordar. Me dio tanta rabia que me prometí que pasase lo que pasase no iba a fumar de mayor, ¡aunque sólo fuera por no darles el gusto de recriminarme!