miércoles, 26 de enero de 2011

QUINCE MINUTOS


A mucha gente le encanta salir en la tele. Le ponen una cámara delante y los ojos se les hacen chiribitas. No hay más que ver a todos esos jubilados que sacan en las noticias diciendo que el asesino en serie que vivía en el séptimo derecha parecía un tipo normal que decía los buenos días y todo (algún día molaría que uno dijese, ¡ya sabía yo que ese personaje se llevaba algo entre manos!). Para el caso, yo lo odio.

Tengo una experiencia con el tema, el año pasado salía yo del metro en Valencia cuando me percate de que había un tipo filmando. Me detuve de un modo extraño inclinando quizás demasiado la pierna y poniendo una cara extraña del tipo "¡Qué hace esa cámara ahí! ¿Echo a correr antes de que me coja o ya es demasiado tarde?". Pues era demasiado tarde. Horas después mientras sorbía la sopa de fideos y veíamos mi abuela y yo las noticias, veo mi cara en los avances de una titulada SEXO en el metro. Casi se me salen los fideos por la nariz.

Está visto que un tipo manipulo un panel de información del metro de modo que se conectaba a una página pornográfica (noticia de alcance mundial). Encima mi amago extraño cuando vi la cámara era todavía más extraño de lo que pensaba, eso unido a mi cara extraña... vamos que parecía idiota, sólo me faltaba tropezarme para que pusiesen un sonido cómico de esos que salen en los dibujos animados.

Por supuesto el lunes cuando volvía al trabajo, el policía de la puerta me dijo "Hombre, Joselito, si te vi el otro día por la tele". Seguro que si salgo en la tele siendo premiado por el nobel no lo ve ni el tato, oye, je.

No hay comentarios: