La semana pasada mientras ojeaba por encima el 20 minutos, un poco de antes de llegar al horóscopo, vi un par de tiras cómicas que me resultaron graciosas. Más que el chiste me gustó mucho como estaba dibujado, los personajes eran muy expresivos. Decidí leer el artículo que lo acompañaba para enterarme de qué se trataba y descubrí que era un personaje italiano, la bambina filósofica, hasta ahí bien, que la bautizaban como una especie de nueva Mafalda, ahí mal. ¿A qué viene esa manía de siempre estar comparando las cosas? Yo odio cuando alguien pone en la contraportada el nuevo tal, la nueva tal, si leíste tal esto es lo mismo, a los seguidores de tal les va a chiflar cual, etc... Cuando leo todo eso lo único que me viene a la cabeza es "miren que plagio". A ver, hoy en mayor medida todo está inventado y si no lo hubieran puesto en la contraportada, probablemente, cuando estaba leyendo al personaje de Vinci (sí, me lo compré, soy demasiado compulsivo con estas cosas) habría pensado "este tipo leyó Mafalda", pero lo que me da rabía es que ponerlo en la contraportada es pretencioso.
Y me percato que esta práctica hoy en día está siendo demasiado común. Otro día quizás me extienda más en el tema, pero es sangrante ver como todos los nuevos libros que sacan hoy en día de Fantasia Épica te mentan a Tolkien o George R. Martin.
PD: A pesar de ello no está mal el cómic, pero opino que está a años luz de Mafalda o Calvin y Hobbes (con quién también comparan en la contraportada). Eso sí, me gustó mucho el estilo del dibujante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario