Si la vida fuera una telenovela, las leyes de la física carecerían de importancia para describir lo que ocurre en el mundo, ya que estaría regido por otras reglas un tanto más peculiares:
1.- Toda chica ciega se puede curar tras una operación complicadísima en la que puede perder la vida (aunque no hay casos registrados de que esto haya ocurrido). Un requisito importante es que esté enamorada y sea correspondida, y si es del médico, mejor que mejor.
2.- Si llevas un parche, no hay duda, ¡eres maligno como el demonio!
3.- El amor de tu vida pierde la memoria, ¡ten cuidado! no hay duda que la lagarta que te lo ha intentado robar está detrás de todo esto.
4.- Con los gemelos, siempre hay uno que es más bueno que Bambi y el otro malo como un disco del Fary escuchado al revés. Y si además lleva parche... ¡estamos ante el anticristo en persona!
5.- Cuidado con los partos, hay una alta tendencia a que los niños desaparezcan tras ellos. Si el médico os dijo que el bebé murió, ¡desconfiad! No hay duda la lagarta mencionada en el punto 3 está de nuevo metida en el ajo.
Si os acordáis de alguna más no dudéis en transmitírmela, ¿quién sabe? Quizás acabe escribiendo el guión de “La Desarrapada”...
Lo único que encuentro divertido de los chats es que son como un baile de máscaras (incluso hoy en día, cuando la gente se pone fotitos... ya sabéis los chicos a pecho descubierto, depilado e hipermusculado y las chicas, flequillo largo y la toma desde arriba... no sé qué es lo que querrán que veamos desde ese angulo :D). El primer requisito es ponerte un buen nickname, que es el pseudonimo con el que se te conocerá en estas salas, os aconsejo que evitéis los que son tipo "lobosolitario" o "diablita" que son algo así como los Jose y Amparo del mundo cibernético. Si el nombrecito de marras está pillado hay gente que le pone un número detras... que normalmente, por razones que desconozco, suele ser el que va antes del 70. Da igual el nombre, si sois una chica os van a bombardear a mensajes y si sois un chico, va a ser difícil que os hagan caso, ya que normalmente las chicas están intentando manejar 30 o 40 conversaciones al mismo tiempo. Para el caso, si veis a "apuestodibujante" en vuestro chat preferido os recomiendo que habléis con él, ¡es una persona encantadora!
Llegado el final de año, con algún turrón de chocolate incrustado en las pantorrillas, a todo el mundo le pega por apuntarse al “gym” (creo que es así como le dicen ahora... ¡Dios! que mayor me siento a veces). Aunque, bien mirado, también ocurre algo parecido de cara a verano, para lucir tipo en la playa, y teniendo en cuenta que con el cambio climático casi plantamos la sombrilla en marzo... digamos que menos en otoño, los gimnasios están a parir.
Yo reconozco que alguna vez lo he intentado... y he fracasado, por supuesto. Pero es que, francamente, me resulta muy aburrido, tanto que en los últimos tiempos iba sólo a la bicicleta estática para poder leer mientras hacía ejercicio, lo cual me hacía sentirme “raro” (aunque sería más raro un tipo haciendo pesas en una biblioteca, bien mirado).
Aquí va mi lista de excusas por las que, a pesar de ir de camino, se frustraron mis intenciones de desarrollar mi, ya de por si, desproporcionada musculatura:
1.- ¡Mierda! ¡La toalla!
2.- Necesito chanclas nuevas, y puestos a mirarme unas que no sean ni cutres ni caras (esta más bien hizo que retardase lo de apuntarme).
3.- Lo mismo con zapatillas de deporte.
4.- Una vez compradas las zapatillas de deporte, resulta que mi pie ha crecido una talla con lo que no me valen (o eso o el mundo entero se confabuló en transformar la 42 en la 43).
5.- Mmmm, creo que me comí un sandwich hace media hora, mejor no voy no sea que me de un corte de digestión.
6.- La clásica llamada de rescate (justo cuando estás en la puerta) para hacer cualquier cosa con algún amigo. Seguida del discurso al amigo en plan, he pasado de ir al gimnasio, esto no lo hago por cualquiera.
7.- Mejor no voy porque seguro que me llaman justo cuando estoy en la puerta (esa vez seguro que no pasa).
8.- Voy a esperar a ver si otro amigo, QUE ES COMO YO EN ESTO, se anima y así no voy sólo.
Cuando era crío recuerdo que en Navidad con la excusa los cómics tenían el doble de hojas y costaban el doble, eran los “especiales”. Bueno, entre que llevo tiempo sin escribir y el fin de estas fechas, voy a intentar hacer una entrada un pelín más larga, narrándoos un resumen de estas fiestas tan entrañables.
1.- Cenas de empresa / colegas y su Amigo Invisible: cada vez que me sugieren hacerlo me hecho a temblar. Seguro que te toca o la persona que menos conoces o que más odias. Y encima hay que tener cuidado con lo del precio margen porque los que se pasan suelen recibir regalos de los que regalan lo que les toco en Happy Meal de Mc Donalds. Afortunadamente este año creo que no me salió mal el regalo que hice, justo el termino medio. ¡Y menos mal, porque el que recibí no llegó a lo de la tira cómica pero casi!
2.- Lotería: pistoletazo de salida. Sé que tengo más probabilidades de que me caiga dos veces un rayo en la cabeza, pero lo que sea con tal de cumplir mi sueño de tener una piscina como la del Tío Gilito. Me toca menos y me obligan a pagar más.
3.- Comidas familiares de Navidad: dedico estas líneas a esa bandeja de turrones y polvorones que aguanta estoicamente hasta Mayo (que es justo cuando más apetecen) mientras se saca cada vez que vienen las visitas.
4.- SMS de felicitaciones y tarjetas por internet: lo siento, pero no envié un “copipega” por el movil, ni una tarjeta desde internet con troyano incluido. ¡¡¡FELICIDADES!!! No tuvisteis que contestarlo. Es broma, contesto todo lo que me mandan (bueno aunque lo del mail lo llevé un poco descuidado este año porque no lo miré mucho).
5.- Noche Vieja: esa noche sale la gente que no suele salir y nosotros salimos con los que no solemos salir, es un poco trabalenguas, pero es lo que me suele pasar. A más dinero te gastes peor lo vas a pasar y más gilipollas te vas a sentir el uno, que lo sepas, esta noche es igual que las demás salvo que más cara. Debe haber una regla de Murphy sobre el tema por ahí.
6.- Reyes: ya hace tiempo que no lo celebramos, una pena. Aun recuerdo cuando me regalaron un robot que andaba sólo y hacía ruidos. ¡Una pena que no volará! Más que nada porque tuve la feliz idea de comprobarlo haciéndolo despeñarse por la mesa del comedor. ¡Que os duren los regalos al menos un día chicos!
Si la vida fuera una telenovela, las leyes de la física carecerían de importancia para describir lo que ocurre en el mundo, ya que estaría regido por otras reglas un tanto más peculiares:
